miércoles, 1 de octubre de 2014

Sueños

Recientemente recuerdo muy bien lo que sueño, todo es sumamente confuso y procuro no ligar las imágenes de forma lineal, aunque al final no hay manera, el pensamiento es cristiano, lineal, escatológico. Lo que quiero decir es que me es imposible caer en la trampa de una narración estructurada y "coherente", pero antes de que se evaporen mis sueños quiero ponerlos aquí.

Hace dos noches:

Estaba con Madonna (sí, la cantante) con su ropa del video "Celebration", estábamos en un desierto, ella de un lado de una malla ciclónica y yo del otro, alguien más nos acompañaba, ¿una chica? Yo no era yo, era alguien más que le explicaba sobre su gran poder como figura mediática, "¡Tú sí eres un icono pop!", le gritaba con felicidad. Ella y a mi amiga-acompañante nos invitaba a ir con su novia, la novia de Madonna.

Después yo era la novia de Madonna. Una mujer pelirroja enfundada en un gran vestido rojo óxido. Era Mylene Farmer, yo era Farmer, después volvía a verme (verla) desde lejos, era Farmer, era Báthory, era el Papa (cualquiera) y me (le) alzaban unas personas la capa enorme del vestido, larga, rojo óxido. Madonna la veía. A estas alturas no era Madonna, era una mujer rubia cualquiera. Farmer ahora protagonizaba todo.

Yo era ahora la novia de Farmer, veíamos cómo filmaba un video, "Je te rends ton amour" en un cuarto en medio del ¿desierto, del mar?, todo era azul, pero ella roja. Yo era roja. Era una sirena que debía enfrentarme a mi padre. Me encontraba en mar abierto, era de día y me inundaba ese azul que me estremece en las películas. Mar abierto, mar abierto, mar abierto.

Mi padre se acercaba en su barca, un pequeño barco que yo sabía era fantasma. ¡Cómo le temo al mar, cómo le temo a la inmensidad del mar abierto!, pero soy una sirena que debe enfrentar al pescador. Salto aún cuando creo que todo es una ilusión, salto con piernas que no deberían estar ahí. Me acerco a mi padre mientras unos pequeños tiburones me siguen.

El hombres no es mi padre (el de la vida real) pero sé que es mi padre, de algo, de todo. Logro quitarme a los tiburones de encima, subo a una plataforma que se encuentra en ese azul ahora oxidado, gris y él me dice: siempre has podido hacerlo, siempre has sido bueno, lo vas a lograr. Yo veo cómo los tiburones se retuercen en el hueco del mar que ¿abrí?, son tan pequeños, tan insignificantes.

Mi padre me lanza una medusa, me da miedo, me quemaré. La medusa se expande, se solidifica, es una mantarraya y me refugio en su interior. Sigo siendo una sirena que tiene piernas, que tiene aletas cuando le viene mejor y dentro de la mantarraya escucho a mi padre, al hombre aquel: ahora demuéstrales.

Y caigo en una piscina enorme rodeado de mis tías, mis primos (todos ellos familia de mi padre, el de la vida real, mi familia cristiana) y yo soy un ser híbrido, soy un pez, ¿soy una mujer? y tengo algas de colores en el cabello. Estoy riéndome como loca, una locura deliciosa, en verdad me siento feliz pero en ese momento pienso "voy a exagerarlo, voy a hacerlo más grande para que vean lo feliz que estoy" y después me doy cuenta que sé nadar y río cada vez más cerca. Me entra agua por la boca, por la nariz pero no siento dolor alguno... yo me dirigía ¿a dónde? no recuerdo más.

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Anoche:

Alguien, una mujer le enseña a un hombre una casa de campaña hecha con palos, ramas de un árbol, dentro de la casa hay una trampa para ¿osos? (de esas que se ven en las caricaturas con grandes dientes de metal). La mujer lo quema todo, le dice a Él que es peligroso, ahora sabe lo que Ella hace (otra mujer que no es esta, que no es la que quema la casa).

Ella, la otra mujer, es una cazadora de bestias y Él tiene que detenerla, porque no esta bien. Tiene que cazarla. Yo veo una película, Ella y Él son una película. Son la primera y la segunda parte de una trilogía, el cine ha avanzado tanto que dos películas se pueden ver al mismo tiempo. No sé explicarlo. Se pueden ver e interactúan.

No sé qué pasa, él la busca y la encuentra. Ambos tiene plumas enormes, plumas de pavo real como flechas. Las flechas, yo sé, yo veo, que las fabricó la madre de Ella para sedar a los animales y así facilitar sus estudios. La madre de Ella estudiaba a los animales, la hija los mata.

Se disparan mutuamente. Yo que veo las dos películas quiero que Ella lo mate. Pero a mi lado esta el hijo de ambos y me desilusiona ver que los dos mueren, Es muy doloroso. Me duele (a mí sí me causan dolor los sueños, supongo que a muchos les pasa igual) siento las plumas que me atraviesan y un veneno. Duermo, siento pena por el niño huérfano.

Y frente a mí la computadora, entro a FilmAffinity y veo que la tercera parte es sobre un trío, una mujer ridícula mueve las caderas en un salón de clase. Usa un vestido verde eléctrico y saca a dos hombres a bailar (dos personas que asumo son hombres), se pierde en el pasillo. Leo que la crítica la alabó y que era tan buena como la otra donde Ella y Él se mataban. Pienso que después puedo verla y que es una pena que Ella muriera, una pena que un arma echa para curar los matara.

Me despierto algo triste.