sábado, 31 de diciembre de 2011

A poco de...



Apenas volví a ver "Black Swan" y la verdad me trajo muchos recuerdos. Lo que pasa conmigo es que conecto directamente el cine a ciertas etapas de mi vida, y si alguna peli marcó este 2011 fue "Black Swan".

Recuerdo que una mañana algo fría, salí del departamento del francesito con el que follaba, y ahí estaban, carteles por toda Valencia del Cisne Negro. Me dio mucha gracia y felicidad. No sé, sentí que "lo había logrado", separarme de todo lo que detestaba y allegarme a lo que en ese momento necesitaba: libertad, sexo, cine, alcohol en una ciudad distinta.

Podrá sonar segado, pero los mejores seis meses de lo que va de mi vida los he pasado en España, y no sólo porque Valencia fuera una ciudad hermosa y toda la libertad que conllevaba. Sino porque me sentía sin pasado, sin futuro, sin nada que me atara. El sueño predilecto.

No me importa tener que trabajar mucho para lograrlo, pero quiero irme de aquí, volver a huir, y si se puede, de forma definitiva. Yo, tan preocupado por la técnica, como Nina, la protagonista de la película, era un cobarde, ahora que me permito pensar un poco más allá, ¿volveré a escapar?

Suspiro, de anhelo, esperanza, suspiro porque no tengo ni idea de lo que pasará este año, suspiro al recordar este año en el que me pasaron tantas cosas.

Feliz fin e inicio de año a todos mis queridos que pasen por aquí.



viernes, 23 de diciembre de 2011

Santa No... mi novio SÍ!


Hace poco me llegó un paquete por correo =D es de mi novio y me temo que tendré que seguir las indicaciones... =P muero de ganas.

Es un amor, ¿no lo creen? Yo... un desastre...

domingo, 18 de diciembre de 2011

Jotas

Jotas... la verdad entre más conozco más me aburren, sí, soy una perra exigente, como dice mi querida Ixshel: Eres como Alice (de Closer), les dices, me gustas... pero al final me aburres.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Pero... te amo


Léa lo besó de tal modo que se separaron ebrios, ensordecidos, jadeando, temblando como si acabaran de pelearse... Léa se puso de pie otra vez delante de él, que no se había movido y seguía tendido en el fondo del sillón y ella lo retaba con voz baja: "¿Qué? Qué...", y esperaba que la insultara. Pero Cherí le tendió los brazos, abrió sus bellas manos inseguras, echó hacia atrás la cabeza herida y mostró entre sus pestañas la doble centella de dos lágrimas mientras musitaba palabras, lamentos, todo un canto animal y enamorado en le que ella distinguía su nombre, entre suspiros y "querida", y "ven", y "no te dejaré nunca...", un canto que la mujer escuchaba inclinada sobre él, llena de ansiedad, como si le hubiera hecho, sin querer, mucho daño.

Fragmento de la novela "Cherí" de Colette.


Hoy me di cuenta que estoy enamorado de un hombre que no me entiende y que no le interesa hacerlo.

martes, 6 de diciembre de 2011

Lo que hay que ver...

Hoy fue, en gran manera, un buen día dentro de lo que podía esperar. Asistí a una entrevista/conferencia con el director de cine John Cameron Mitchell vía Internet. Me colé en una clase, bueno me invitó el profesor y querido amigo, y la verdad es que Cameron Mitchell es una persona muy honesta, si su obra ya me había enamorado, ahora con sus palabras lo estoy aún más.
Me hizo sentir a primera instancia inútil, viejo, acabado. Efectivamente por mis altibajos y mi constante estado de frustración frente a mi trabajo. Pero después me incitó incluso a escribir, sus palabras fueron bálsamo para todas estas heridas que vengo cargando desde hace un par de meses.

La verdad sigo queriendo huir. No sé a donde, se me antoja que será a la literatura. Tanto lectura como escritura. Suele pasar que esta época navideña no me agrada (me ahorro los detalles) pero lo que sí me gusta es ese tiempo libre para tener un libro en el regazo, sentarme frente al fresquito invernal brindado por la ventana, tomar café o té. No sé lo que leeré, pero ya empecé a comprar (más, más, más siempre) más libros, como si no me bastaran, y así acrecentar mi colección. Las compras siempre han sido un antidepresivo.



Me sigue preocupando mi estabilidad emocional. Hoy, fuera porque dormí poco y tomé mucho café, estuve algo nervioso, con ganas de ponerme a llorar en cualquier instante. Soy un cúmulo de emociones.

¿Y saben qué más? Desde hace un tiempo que deseo tatuarme el símbolo (o distintivo, o como se llame) de la editorial BRUGUERA, sí, el gatito, tan sofisticado él, ¿la razón? Me gusta, no, no tengo ninguna inclinación por los gatos (es más, soy alérgico), la editorial, aunque una de mis favoritas, no tiene gran peso en mi historia como lector y creador. Me gusta el gatito y ya. También quiero hacerme una perforación, quiero un arete en el lóbulo de la oreja derecha, quiero decolorarme el cabello y ser un rubio seco, seco, o en su defecto pintármelo de color azul obscuro, que se apreciara bajo el sol.

Pero no creo hacer nada de eso, no por ahora, no mientras viva bajo este techo y quizá, mientras vea a las mismas personas.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Melancholia

Curioso, hace poco más de dos semanas vi "Melancholia" de Lars von Trier. Me pareció muy buena, tanto en la fotografía como el guión, forma y contenido se mezclan para dar a luz una obra tenue pero depresiva, también hipnótica pero horrible, tanta belleza evocando un sentimiento no tan solo pesaroso, sino también conocido.

Digo que es curioso porque a pesar de aceptar que es una buena película y que me gustó (así, más allá de la objetividad, puedo decir que me gustó, con todo lo subjetivo) al finalizar el visionado pensé que le faltaba garra, fuerza, más ¿depresión? Ahí lo curioso.

Hoy me descubrí deprimido, es un hecho, es inamovible, es... la melancolía. Curioso que me pase ahora, que cada vez que piense y recuerde la película me diga a mí mismo "pero sí, así estoy ahora, así estuve hace unos meses atrás, así, así me sentí años atrás, así puedo llegar a sentirme muchas veces". Creo yo, cualquiera que haya estado deprimido puede saber por lo que el personaje de Justine (muy bien bordado por Kirsten Dunst) está pasando. Y no es que desee darme auges telenovelescos de "mi vida es un asco y todo está mal", no, la melancolía no es así, sencillamente te da y punto, no hay más. La depresión... bueno quizá no sé ni lo que tengo.



Tal vez no estoy deprimido, quizá un poco triste. Depresiones fuertes he tenido durante toda mi vida y esta no se asemeja a ninguna de ellas, esto es más ligero, más hipnótico, pero como el frío, se me cuela lentamente por los huesos hasta dejarme helado. No, no estoy un poco triste, estoy muy triste.

Puede ser porque hoy me di cuenta de varias diferencias con mi novio, no es que las ignorara del todo, pero ahora las siento fehacientes, palpables, "discutí" con él... ¿discutí? Más bien fue un intercambio de ideas y diferencias algo trunco, pero una discusión con todas sus letras no fue.

Después tuve que asistir a una fiesta de mi prima donde lo pasé mal, muy mal. Comida familiar, típica costumbre, típico rito social, yo deseaba salir de ahí cuanto antes, igual que Justine en la película, no encontraba el modo de disimular que "estaba bien". Sí, coquetee con la idea de dejar a mi novio, de perderme otra vez en la escritura deprimiéndome aún más, leer para navidad en mi habitación propia, olvidarme de todo y de todos, aceptar y decir (al igual que Justine) que la humanidad no vale nada, que merece morir, o mejor dicho, que ya hace mucho tiempo que lleva muerta.

Pensé en huir, ¿pero a dónde?, sin dinero, sin una carrera terminada, sin nadie que me reciba en otro lado. Pensé en la muerte. Pensé en Nicole Kidman y su personaje de Virginia Woolf en "Las horas" diciendo "¿Es verdad que con la muerte se acaba todo?", ¿es verdad? Pensé en mi amiga Aneta diciéndome "Entonces cuando cobran conciencia lo único que quieren es morir". Pensé en llorar, pero en ese instante, con todos sonriendo y a la vez ignorándome, sin pertenecer a ese mundo de charlas sobre celulares, chistes homófobos y adoración al Creador del universo, Señor o Dios todo poderoso. Sin ser parte de ello, me era imposible siquiera soltar una lágrima. No tenía escapatoria más que esperar...



No sé por qué al llegar a casa no pude llorar. Me puse a ver videos en el You Tube para ver si así, con cosas blandas me alegraba un poco, pero al menor descuido estaba viendo clips de "Las horas" y textos sobre la película de Lars von Trier. No sé a quién culpar, ¿a Lars von Trier por filmar una hermosa película que enmarca cosas horribles?, ¿a Amira, mi profesora, por ponernos esa película en clase?, ¿a mi mismo por engañarme con mi novio, mi familia? Me siento inadecuado, que no pertenezco a este mundo, que me la paso pensando en cosas innecesarias por recalcitrantes e intransigentes. "Pero soy joven", me digo, "Y al serlo creo tengo derecho a tener a esta edad, aunque sea un poco en este momento, ideales". Posiblemente me engañe.

Es fin de semestre, posiblemente eso me esta afectando. También no fue un semestre bueno y es mi último con clases, el siguiente lo dedicaré enteramente al servicio social, y aunque quizá tome algunas materias, no serán mi prioridad.

Puede ser que tan sólo necesite dormir, pero tengo tanto por escribir, igual me iré a la cama.

Lo más curioso es que a esta depresión que tengo también le falta garra, pero temo que se ponga más fuerte, no sé si podré soportarlo.

martes, 29 de noviembre de 2011

Vanidad

Con eso del fin de semestre uno se intenta poner profundo... por eso, aquí en mi blog, me desfogo en plena vanidad. Fuera los proyectos, fuera los textos de ficción, fuera la teoría, fuera la práctica.

Apenas que estoy recopilando y buscando en mis fotos algo "antiguas" (o sea... de hace dos años) encontré esta foto que era, de entrada, para mi animación de "El tiempo perdido", pero no la usé, más que nada no usé la idea, preferí basarme únicamente en la cara, pero eso poco importa, lo que me sorprende que ese de la foto ya no soy yo, ni esa es mi panza ni tengo ya esa figura... la fotografía bien se podría llamar "Hace dos años y cinco kilos atrás".

La percepción del cuerpo.


lunes, 21 de noviembre de 2011

Mejor

Ya que se me ha bajado (¿o pasado?) el episodio depre, después de un fin de semana productivo haciendo cine, leyendo sobre las hermanas Brontë, paseando con mi hermana, charlando con mi novio y reacomodando cosas en la habitación propia (básicamente películas y libros), me remito a presumirles mis taza que compré en Valencia uno de los últimos días antes de partir. ¿No es acaso una tremenda coquetería?

Un beso y abrazo a todos los que pasen por estos rumbos.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cenizas de luna


Hoy me siento muy triste, realmente triste. No sé ni la razón. Le doy mil vueltas a un par de ideas, después las dejo descansar, pero sin importar el tiempo que las deje ahí, solas, ellas a mí no me dan un sólo respiro.

No es bueno para mí escuchar las canciones añejas de Mylene Farmer. Me deprimen aún más, con todo este estilo ochentero, melena esponjada y letras tristes, tristes, sobre todo melancólicas. Esa mujer se ganó fama por tener un estilo bastante solvente en la música pero con un contenido pensante. Sus canciones son poemas y aunque sus últimos trabajos son extremadamente electro y más banales de lo común, conservan un poco de esa esencia.

Igual me remito a su primer disco con letras dedicadas a Edgar Allan Poe, Greta Garbo, la ansias de una juventud eterna, historias de mujeres caídas en tragedia y putas que se dicen libertinas por placer. Cenizas de luna.



sábado, 12 de noviembre de 2011

Ese de ahí no soy yo

En ocasiones creo que los seres humanos nos prohibimos ser honestos los unos con los otros. Podrá ser que desde mi regreso intento ser más transparente pero sufro un cruce de cables existencial bastante fuerte. Por un lado deseo, ansío ser más directo; por otra parte, aunque la gente que me conoce me cree un sarcástico agresivo, la verdad es que no puedo ser así con todas las personas, no se puede tener el mismo nivel de confianza, ¿por qué?, ¿por qué esté mundo con pinzas?


Mi sarcasmo y humor negro efectivamente sólo es entendido por mis seres más cercanos, mientras que con el resto, si lo expreso, se ofenden, si soy más honesto, se sienten agredidos. También no siempre puedo ponerme en posturas “serias” y recalcitrantes porque entonces se incurre en una intrusión social con las personas.


Me parece la sociedad desea ese arrullo cotidiano del “Buenos días, buenas tardes, buenas noches”, “Hola, adiós, ¿cómo estás?, bien… bonito, qué bien te ves… te ves cansado, ¡oh qué frío!, ¡calor que hace!”, etc. Frases prefabricadas para hacer la vida un poco más tranquila, transitable.


Me quedé pensando que quizá todos tenemos (o tuvimos) nuestras ideas tajantes, pensamientos que no compartimos con personas que incluso amamos a montones, pero al final sencillamente lo callamos para crear lo que me parece “una sobre-domesticación de lo cotidiano”. Nos gusta que nos ladren con elegancia, las sentencias de muerte se dicen con cierto tono edulcorado para quién las profiere no sea arremetido con sus propias palabras (más allá de la acción). Cuestión dentro de la manipulación del lenguaje oral, corporal, proxémico.


Incluso la crítica de arte, de cine, por más clara y honesta que se preste casi siempre será tomada de forma ofensiva. O por el otro lado, la producción de cine, este espacio donde se delega, se gestan proyectos, toman decisiones, se abofetea al equipo con quién se trabaja con mano firme pero sin malas intenciones, cuando se pide el patrocinio con toda la falsedad posible, aún cuando uno se siente falso y el que patrocina sabe que se encuentra frente a una actitud falsa pero un proyecto verdadero. Me sorprende que de tanta complicación y falsedad surjan acuerdos concretos.


Somos consientes del teatro y aún así optamos por la mascarada. Entendemos que el rostro que nos muestran no es más que un cúmulo de maquillaje, pero lo aceptamos como verdadero, ¿es esta falsedad un tipo de vida usual, tanto que permea nuestra subjetividad cotidiana a tal grado de perder esa definición de “falso” por “correcto”, pasando por “necesario”? Son las leyes de la sociedad, adaptación o muerte, eso lo tengo muy claro, siempre lo he dicho, pero aún así tengo días donde me sorprende el vacío existencial que nos dejan todos estos carnavales caducos por lo mismo de ser cotidianos. De ver la utilidad e infelicidad de patrocina el maquillaje social y que aún así optamos por especializarnos frente al espejo para saber qué colorete queda mejor para tal o cual ocasión.

martes, 8 de noviembre de 2011

A seis grados de...

¿Hipertextualidad? Sí
¿Libertad? No del todo...

Siempre me he quejado que al vivir en una ciudad tan pequeña como en la que vivo, así como en la que estudio (que son dos ciudades distintas, pero vale para poco, las dos son pequeñísimas) las maricas, todas, todas, parecen conocerse. De un momento a otro no te puedes follar a quién quieras ni besar con quién desees, porque lo más seguro es que ese alguien ya pasó por otro alguien que conoces. Todos se encuentran conectados de alguna manera.

Va que la Internet es una cosa más "variadita" (se podría pensar) pero no. Los patrones te llevan al mismo punto. Sea gente intelectual o por cuestión sexual, los contactos siempre son los mismos.

Suele pasar que se lee el blog del amigo del amigo, y cuando me meto a los blogs de otras maricas, resulta que esa marica de España conoce a la otra que es de México que a su vez sabe todo de otra que se encuentra en Argentina.

Es un dato absurdo, pero me surge la duda: la web, tan libre ¿cómo tus propias manías te lo permitan? Después de todo, parece ser que las mismas jotas nos atraemos mutuamente y seguro, segurísmo, nos hacemos una paja frente al mismo video porno.

martes, 1 de noviembre de 2011

The Women

-No soportas que Mary sea feliz con Stephen y eso te deprime- le dice Nancy a Sylvia, con un tono acusatorio.
-¿Por qué iba a deprimirme?- contesta Sylvia mientras arregla su sombrero.
-Porque está contenta, contenta con lo que es.
-¿Y qué es?
-Una mujer
-¿Y nosotras?- pregunta Sylvia entre sonrisas.
-Hembras
-¿Y tú qué eres?- le desafía Sylvia.
-Soy lo que la naturaleza aborrece, una vieja solterona sin valor- dice ella.
-¡Oh!- exclama Edith- vayamos a ver que hace Mary- En el acto Sylvia y Edith se van al aseo para cotillear en privado y a gusto sobre Mary.
En este pequeño diálogo se da una clara referencia a Mary como mujer, la mujer perfecta que no encuentra ningún problema con ser el prototipo que la sociedad demanda, ella es feliz con lo que es y poco le preocupa su orgullo de mujer, el mismo que defenderá en toda la película pero que al final dice no necesitar.

Fragmento de mi ensayo "Feminidad o feminismo", sobre la película "The Women" de George Cukor.

En ocasiones me pregunto ¿qué habría pasado si yo hubiera sido mujer? Mis amigas y hermana dicen que seguro sería una diva insoportable, que me creería bonita y popular। Yo... la verdad creo que tienen razón, pero no existe mucha diferencia con lo que soy ahora. La gente de fuera me ve como una diva insoportable que se cree bonito y popular. Ni modo, me encanta bromear con ello y eso les molesta más, pero desde hace tiempo entiendo que no se puede satisfacer a todos, ni que fuera TAN puta.


"The Women", cada vez que la veo me digo "Quizá yo sería más un tipo de Rosalind Russell en el papel de Sylvia Fowler। Gran malicia, inteligente en el cotilleo pero inútil en todo lo demás, al final se encuentra aburrida y sólo quiere divertirse".

La película la vi hace tiempo, ya ni recuerdo por qué, creo que por alguna recomendación de algún extraño/anónimo de la web। La conseguí y me enamoré de ella. Cuando estuve en España y nos dejaron realizar un ensayo que contrapusiera dos películas de Cine Clásico, escogí "The Women" de Cukor (1939) y su remake "The Women" de English (2008), no es por alabarme tontamente, pero el resultado fue muy bueno. Escribí un texto algo largo con mucho amor, un poco de humor y una postura casi feminazi, pero si ya dicen que soy heterofóbico, ¿por qué no ser también feminazi?, a mi profesora (feminista) le agradó el texto, tuve buena nota, y no escribí para satisfacerla, sino porque es lo que pienso.

Me doy cuenta que las posturas pesan así como los prejuicios, y se me hace algo extraño (aunque no por ello menos gracioso) la visión del otro frente a mi trabajo y propiamente frente a mi persona. Pasar de ser la diva insoportable amante de María Antonieta y la ropa bonita, al chico gay que no habla más que mujeres en la historia, feminismo y teoría queer, mezclando todo, es como si Carrie Bradshaw y Virginia Woolf se sentaran juntas a tomar el té, vaciando las cenizas de sus cigarros en el mismo cenicero. Pero eso pasa, en mi mente pasa todos los días. Así de esquizofrénico estoy.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Amo el videoclip ¡¡Y ME VALE MADRES LO QUE DIGAS!!


El lunes pasado presenté mi proyecto con Miss Cannes (profesora de creación en ficción) lo jodí (o me jodí???) todo. A ella no le parece bien que haga un videoclip en clase de ficción, porque no se aprovechan las posibilidades que dan el sonido en la ficción. De mi parte intenté (torpemente) explicarle que mi intención era hacer una pieza sobre la identidad queer y la ruptura de los estereotipos que nos rodea a la sociedad LGBTQ, partiendo cual secuela de otro video(clip) que hice hace dos años... sin embargo no lo entendió, o así quiero creerlo.

Quizá debí entenderlo desde el momento en que me dijo "Tu video quedaría como para MT... bueno, ya ni en MTV pasan videos, quedaría como un video más para You Tube sobre la banda y ya". Ahora que lo pienso me doy cuenta que ella (y el resto del grupo) no podía ver más allá de "Son imágenes con música". Efectivamente, lo que quiero hacer son imágenes con música. Música que me gusta, imágenes pensantes.

Me encanta el videoclip, y debo confesar que si en un futuro me dieran a elegir entre participar en la producción de un cortometraje o un videoclip, siempre aceptaría la segunda opción. La razón supongo que es porque soy muy popero, me gustan las cosas "bonitas" (así, árida y tontamente, estéticamente bellas y de buena simetría, buen color, incluso buen humor), sin embargo siempre he creído que el videoclip se presta para un contenido "intelectual" más allá de vender y verse bien, porque no soy tonto o ingenuo, entiendo perfectamente que en gran parte la imagen se hizo a la música como una forma de vender.

Por otro lado creo que el videoclip es una forma de microficción algunas veces bien realizadas otras sencillamente visualmente logradas. Entiendo que la música, en este tipo de creación, condiciona la imagen, y quizá por eso también me agrada trabajar con ello. Sentarte a sincronizar la milésima de segundo de una canción, con la milésima de segundo de un video (o número de fotos, como lo es en stop-motion) no es cosa fácil. Pero también, honestamente, en el arte nada lo es. Técnicamente tiene su reto, una complicación que me parece tentadora. Ya se lo decía a mi amigo Fred "Existen problemas en los que a uno le agrada meterse".

Pero vamos, que al final me dije que podía quitar la canción, que como iba la escaleta hasta podría ponerle sonido, "experimentar" con él, jugar un rato, sin embargo el problema ya no fue el sonido o el videoclip, o si las imágenes son bellamente ataviadas, si venden o si son intelectuales, más bien el problema fue el tema: La homosexualidad.

Y aunque me engañe (y lo sigo haciendo) que el problema fue que no me pude expresar bien, no dejo de sentir que esto de ser jota si jode tu trabajo cuando te pones de "militante" o "recalcitrante" frente al tema (hasta me han llamado heterofóbico). En mi intento de mostrar mi insatisfacción frente a los estereotipos sobre la homosexualidad así como las imposiciones sociales que hemos tenido siempre; metí muchas cosas en el saco. Desde los homosexuales de antro que se han convertido como una imagen institucionalizada del "gay liberal", pasando por la represión de la iglesia al decirnos "Depravados y criaturas contranatura"; así como el intento legislativo de controlarnos y hero-normalizarnos al darnos el matrimonio gay no como nueva forma de asociación sino como un ejemplo heterosexual a seguir; también metí a Judith Butler con "El género es performativo" así que a vestirnos como queramos sin ser juzgados. Todo en imágenes, intento de síntesis de muchas cosas en un mismo lugar.

Las escenas eran básicas pero concretas, así lo creo (y lo sigo pensando, por muy petulante que suene) sin embargo al final el comentario fue que todo era demasiado amplio (ciertamente lo es, y pensé lo mismo) y que sería mejor que hablara de una forma más "personal y honesta", que "hablara de mis emociones", fue ahí cuando no estuve de acuerdo y tuve que controlarme.

¿Por qué debo hablar siempre de mis emociones y sentimientos? Me recordó a una entrevista a un par de lesbianas en la televisión donde las dos (mujeres mexicanas de casi cuarenta años, con un poco de sobrepeso, morenas) lloraban frente a la cámara pidiendo ser tratadas como "normales". La entrevista era de un programa sentimentaloide con el interés "sensibilizar" al espectador, ¿cuál era su punto? ¿que la gente al otro lado del televisor diga "mira cómo sufren, son humanas, seamos tolerantes"?

La verdad esta tolerancia heterosexual me caga, me caga en todos los sentidos, ¿por qué tiene que venir esa mayoría a decirme lo que tengo o no tengo permiso a sentir, hacer? ¿por qué YO, como artista visual debo hablarle a un público amplio, mayoritario, con imágenes que los conmueva para que "nos acepten"? Lo siento, eso ya lo hizo "Brokeback Mountain", y sí, me imagino que todos dijeron "Pero mira cuánto se aman". Fin. La película no me gustó, me pareció lenta, aburrida, cíclica, autocomplaciente y se autocompadece.

Me sugirió (ella, la profesora, porque nadie más habló, nadie habla de estas cosas ni en las aulas de "arte", sea por pereza o porque al final no tienen nada que opinar... o no entienden de nada) que hiciera un video con entrevistas de gente cercana a mí (jotas, lesbianas, travestis... de transexuales ni hablar, eso ni Miss Cannes sabe lo que es) de lo que sienten, viven o hiciera una animación como una especie de diario. Yo dije "No, porque sentiría que me estoy autocompadeciendo", ella preguntó la razón. ¿La razón? Porque efectivamente conozco pocas jotas, lenchas, maritrans que lo hallan tenido fácil, pocas salen de clóset con sus padres y les dicen "Mamá, papá soy gay... ámenme". ¡NO! sencillamente no pasa eso. La salida del clóset y lo que viene después de eso, es un proceso que nunca acaba, como siempre lo discuto con mi amiga Liana. Efectivamente. También el proceso personal de identidad de cada persona nunca acaba. Pero nadie se hace gay por gusto. Si le dices a los padres: drama. Si no se los dicen y luego se enteran: drama. Si tienes novio: drama. Si no tienes novio pero vida sexual activa: drama. Y sí, mi salida del clóset así como la adquisición de conciencia frente a mi sexualidad ha sido un drama.

No, no deseo un video sobre dramas, no quiero que digan "pobre de él", o "qué difícil la ha tenido" (que ni ha sido tan difícil, no vivo en Uganda, donde ahí nos persiguen y matan), por curioso que suene, quiero un autorretrato, uno político y a-personal. Uno que diga "Estoy cansado y no quiero tu aprobación, deseo destruir esto, y si estás de paso, pues también te toca a ti, ¿y sabes qué más? No soy el único".

Mi videoclip no es un llamado a la comunidad heterosexual que desea ser complaciente, esa comunidad me la paso por el culo, esa gente no cambia; es un retrato social sobre la homosexualidad, los estereotipos, un llamado para jotas, lesbianas, travestis, transgénero, gente más inteligente que yo (muchísimo más, y quizá más decidida) y también heterosexuales, sí, pero heteros pensantes. No soy tan utópico (estúpido e ingenuo) creyendo que iré cambiando a la gente que no quiere hablar o escuchar, con esa ya entendí que no se puede. Es un llamado, un retrato, quizá un berrinche (maldito, ¿bendito? el momento en el que leí "Ética marica" de Paco Vidarte) sobre las cosas que no cambian, las imposiciones sociales, sobre esta sociedad heteronormativa, conservadora, machista, paternalista, falócrata y que al final ni en las escuelas de arte te dejan expresarte, ni las mujeres tocadas por Cannes entienden de qué va tu obra.

Pero no mis queridos, aún no termino, porque para terminar de hacer catarsis cabe mencionar otras palabras más por parte de mi profesora (que me doy cuenta que es algo homófoba y ella ni en cuenta)

Miss Cannes me dijo:"¿Has visto las películas de Julián Hernández? Es nuestro representante de cine gay a nivel nacional". Me partí... ¿o se me partió? El corazón... ¡¡¡Julián Hernández!!! el mismo que hizo "Cielo dividido", una de las peores películas de temática gay que he visto, aquel que se echó su película "Rabioso sol rabioso cielo", infumable espectáculo preciosista de tres de horas con desnudos "de supuesta innovación", pero claro, ella me habló de su trabajo "Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor" (fíjense amores míos el título), filme que no he visto, que fue el primero de sus largometrajes o uno de los primeros, no lo sé. Quizá sea mejor que sus otros dos bodrios, ni idea, no pretendo verla. Lo que sí se es que NO ME SIENTO IDENTIFICADO NI REPRESENTADO por el cine de Julián Hernández, si todas las jotas fuéramos como las de su cine, ya estaríamos muertas, presiento su siguiente filme se llamará "Las jotas suicidas", qué se yo...

Para finalizar el análisis, Miss Cannes dijo: "Sí, Julián es un encanto, y su pareja que es su productor también es un encanto, claro". Un encanto señorita Cannes, un encanto, según esta mujer, es lo que debe transmitir el cine gay porque sino, ni siquiera pasa de un simple taller de ficción dado en una escuela de vil provincia. Porque es necesario hablar de los sentimientos, de las emociones, conectar con el público, emocionarlo, hacerlo llorar, para eso es el cine ¿no? (sarcasmo, vil sarcasmo).

Ya ni hablar de sus comentarios como "Sí, hablas de desacuerdo con el matrimonio gay... pero también las mujeres se casan..." Y yo aguantándome las ganas de decir "Sí, esto también nos toca a los LGBTQ, pero es un tema que las feministas tratan ya desde hace mucho, y lo hacen bien", claro, que las tiran de a locas, la novia de una amiga es feminista transgénero e igual la gente se burla de ella, entorna los ojos y poco falta para que le saquen la lengua cada vez que ella toca el tema. Nos ven mal, ni modo.

"Pero bueno Lucio, te dimos varios golpecitos mentales", concluye Miss Cannes una vez que intento irme del aula con la poca dignidad que me queda, porque no fui lo suficientemente inteligente o elocuente para defender mi videoclip, mi gusto por la imagen, mi postura, mi identidad. Sólo contesté "Pues era necesario". Necesario darse cuenta que aún ahí en el aula de clase con gente "pensante e inteligente" eres un extraño y que tu profesora, una homófoba de clóset.

Para desahogarme me fui a la clase de postproducción con Miss Mammer (así autonombrada) a quién le gusta hacer videoclips. Yo ya tomé esa clase, me gustó mucho. Estaban haciendo un videoclip para "Los exquisitos", necesitaban ayuda, así que me travestí y le hice de roquero. De ahí la foto.

Hoy recibí un correo que mi videoclip "Tiempo perdido (El clóset)", será expuesto en el coloquio "Cuerpo y alma: Representación del hombre en el arte" 26-28 de Octubre 2011, dentro de la categoría de "Género e identidad"en la sala de exposiciones del Palacio Cortés, Cuernavaca, Morelos.

Supongo que esto es... exponer mis emociones y sentimientos. Y también estar ardido, pero no lo niego, estoy ardido contra la homofobia.

domingo, 16 de octubre de 2011

¿Qué es lo que extrañas?



Llevo un par de semanas sintiéndome algo vació (bastante, diría yo) no es la primera vez que esto me sucede, y cuando pasa me pregunto a mí mismo ¿qué es lo que extrañas?


No suelo tener la respuesta muy clara, pero ahora sí, demasiado. Extraño Valencia.


-En ocasiones de Valencia extraño más la soledad que la compañía.


-Extraño poder caminar por las noches sin miedo.


-Desearía poder regresar y leer una vez más en sus parques, playas, cafeterías…


-Ir en bicicleta los domingos cuando no hay nadie por las calles y esperar la llamada de mi ahora ex novio, tomar esas riendas tontas y singulares de la independencia.


-Extraño el sexo. Tener mucho sexo.


-Las salidas nocturnas y el exceso de alcohol.


-Zorrearle a gusto y recibir varias miradas lascivas.


-Las buenas librerías, pasear por ellas.


-Las clases con datos suculentos. Sé que me quejé mucho al ir a España, pero ahora que vuelvo mis clases siguen sin ser muy buenas.


-Extraño extrañar a mi familia… me gustaría volver a tenerlos lejos, por un rato más (suena mal, pero así son las cosas)


-Extraño que mi vida se dedique a otras cosas y no únicamente a la escuela/casa/servicio social, como lo es ahora.


-La gente de distintas nacionalidades y por ende diversas visiones del mundo, cara a cara, sin intermediarios hipertextuales.


-Tener tiempo para cocinarme y tener esa libertad de decidir qué comer y a qué hora.


-Dormir sin culpa.


-Extraño mucho a mi novio.


-A mis compañeras de piso y mis amigas y amigos de allá.


-Pasear a la deriva sin nada que hacer, sin preocupaciones.


En pocas palabras, extraño mi vida propia, llena de libertades, sí, pero también de aparentes responsabilidades. Una tonta libertad, un estúpido anhelo.


También extraño muchas cosas más... supongo, pero todas son tan poco conscientes como el deterioro que he estado sufriendo desde que volví para "encontrarme" en esta jaula de oro que llamo vida.

domingo, 2 de octubre de 2011

Mostrar los huesos



Acomodando ideas para una nueva pieza que tratará sobre la homosexualidad, identidad LGBTQ y tendrá una canción de los Yeahs como inspiración, pretendo seguir una línea en correlación con mi video "Tiempo perdido" de hace menos de dos años (no digo más, ya lo verán).

En este acomodo y re-acomodo de ideas condensadas en el ordenador, reviso los archivos y después de todo no es que me falten ideas, sino la decisión de llevarlas acabo. Ahí en el PC está un guión (bien estructurado, con sus cuatro tratados, dos escaletas, biografías, etc, etc) infinidad de entradas hechas para el blog de "La campana..." que nunca vieron la luz, otras para este blog que tampoco verán la luz. Borradores de ensayos (eso sí, todos terminados... al menos) justificaciones de piezas y más piezas. Documentitos que los profesores te obligan a efectuar para tener la idea más clara y que yo, sin recordarlo, lo tengo ahí guardados bastante menospreciados.

Abandono muchas ideas. Tengo al menos unos tres inicios de novelas, cada uno con dos variantes. Una de ellas es la reescritura de la historia que manejo en el blog "La campana de cristal..." que preferí no avanzar más, se me hacía una tontería hacer algo que ya no me llenaba (por eso también el blog se ha quedado algo estancado), otra es una historia muy a "La invitada" de Simone de Beauvoir por ahí muy olivada que inicié antes de partir a España (y yo, con mucho interés, pensé que allá le avanzaría. Igual la abandoné) y ahora está ahí otro inicio, uno al que espero dedicarme. Idea para novela que me surgió en Valencia, me la traje a México para ver si entra a algún proyecto, pero este año lo dudo.

Ideas creo no faltan. Falta tiempo (organizarme), falta esa dedicación, me falta clavarme más (antes era un clavado, ahora me cuesta), falta reencontrarme con mi pasión obsesiva (que tanto me gusta), pero la escuela, el servicio social y mis asuntos personales hacen que deje a medias tintas mis ideas. Eso y la terrible pregunta de "¿Para qué hago esto?" siempre se encuentra ahí la duda de la necesidad frente a la creación. Sé que no es nada nuevo, a todos nos pasa.

Pero por eso lo digo. Mi nuevo video me tiene muy entusiasmado. Ya el tiempo lo dirá. A trabajar.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Por siempre Belle de Jour




Curiosamente con “Belle de Jour” Buñuel no edifica nada. Incluso sumerge a su protagonista, una burguesa entre aburrida y llena de conflictos (así como deseos y ansiedades), en el mundo de la prostitución; negocio yuxtapuesto por la vendimia del cuerpo femenino (por necesidad económica, en este caso por placer o necesidad existencial), con la explotación masoquista de su protagonista frente a un mundo machista. Sévérine se introduce en un mundo paternalista con función de ‘objeto que desea ser dominado’. Ella lo sabe, ha tomado la elección de obtener placer gracias al abuso masculino, sin embargo el placer y la ruptura social es a la introspectiva. La protagonista podrá ser un objeto de compra/venta para sus clientes e incluso para Madame Anais, la dueña del burdel, pero en sí misma crea una ruptura al gozar del abuso, ¿quién utiliza a quién?, Sévérine se sirve de los propios cánones de la sociedad burguesa para satisfacer sus deseos sexuales que la misma sociedad le ha prohibido, encuentra una puerta cerrada, pero abre una hermosa ventana a la libertad, con mejor vista, con mayor placer aunque no por ello sin sentir culpa, “sé que algún día tendré que pagar por todo lo que he hecho, pero sin esto no podría vivir”, nos dice la protagonista.



Fragmento de mi ensayo "La belleza de las perlas" Análisis sobre la película "Belle de Jour" de Luis Buñuel.



Siempre nos sumergimos en aquello que nos parece asqueroso, y yo me revuelco en el mundo del arte.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Seco...

pd: esta cosa no me deja poner comentarios ni en mis propios blogs.

domingo, 21 de agosto de 2011

Primera salida ("noctura") pots-España... me gustó pasar tiempo con mi amiga y su hermana, pero lo demás... no había más... nada me sabe igual.

viernes, 12 de agosto de 2011

Mi amiga...

En Valencia conocí a la persona más lúcida que, hasta ahora, he conocido. Ella es un ser humano, así nada más, ella me enseñó tanto y la recuerdo demasiado. Le debo un correo que me tengo que poner a redactar. La verdad le debo más de lo que ella seguro se imagina. Me dijo que yo era un ángel, pero si yo soy ese ser "luminoso", ella es toda la luz y la oscuridad, así, antes de que la luz y las tinieblas se separaran.


Me acuerdo de ella mucho ahora que me siento tan bien y feliz, quizá enamorado (otra vez), y como me dijo: Yo podía enamorarme en un día, dejar de amar el mismo día, amar a varios al mismo tiempo, amar al mundo entero.



Canto, canto a todas horas y casi lo que sea. Canto a la vida. Canto a la felicidad.

lunes, 1 de agosto de 2011

El montañés de ojos azules

Valencia estaba terminada
Valencia estaba vista
... gozada
... ultrajada
... agotada
... llena de felicidad y algunos momentos de odio

Yo estaba listo para regresar a México, irme de Valencia pero apareció él... y entonces, sólo lo extraño. Extraño a mi montañés de ojos azules.

lunes, 27 de junio de 2011

Ya no te amo más


Quiero bailar, quiero sentirme hermosa
Quiero cantar, ver el amanecer
Quiero sentir sólo tu dulce boca
Y bailar, quiero sentirme bien

Quiero bailar, quiero sentir el cielo,
Quiero volar, ver el amanecer,
Quiero vivir, sólo el dulce momento,
Y bailar, quiero sentirme bien.

Y quiero, quiero,
Sentir el calor que tu boca despide
En cada oración, que dices
Quiero ser el corazón que tú buscas,
que tú buscas.

Quiero bailar, quiero sentir tu cuerpo,
Y bailar, quiero sentirme bien.

Y quiero, quiero
Sentir el calor que tu boca
despide en cada oración,
Que dices quiero, ser el corazón
que tú buscas, que tú buscas.

Quiero bailar, ser suave movimiento,
Y gozar, quiero sentirme bien,
Quiero sentirme bien,
Quiero sentirme...
(Uuu-uuu-uuuuuh!)

Soltero... otra vez...

Resolución: No te amo nunca más.

martes, 21 de junio de 2011

El cisne negro...

Que coquetea con el destino y la muerte. Me cansé de ser buena persona.

miércoles, 15 de junio de 2011

Esta cama...

Esta pequeña cama...
Más pequeña que una individual en México
La más pequeña que he tenido en toda mi vida
Esta cama es mi cama de ahora
Cama donde veo películas, ¡cuántas películas han pasado por aquí!
Donde estudio y leo
Donde pasaron los textos de teoría queer, escultura, tratados de cine y hasta una que otra cita innecesaria de un catálogo de exposición español
La cama donde tomo fotografías de mis postales y libros
La cama donde duermo con el ordenador y mis papeles, costumbre de mi otra cama en México, una más amplia, pero aquí apenas puedo entrar yo
Esta cama donde escucho música
Donde veo la gente pasar por la ventana y suspiro entusiasmado
La cama donde me he pasado más de un día entero tumbado y vomitando
La cama donde me masturbo
Donde como
Donde follo
Donde hablo de arte y filosofía, política y teología
La cama del té, de Jane Austen y Virginia Woolf
La cama de un par de hombres que han estado conmigo y en mí
La cama que aún así le falta tener a dos hombres juntos una noche entera, porque su dueño, cuando duerme con otro hombre se queda en el piso de aquel, y cuando vienen a visitarla, se queda sola muy entrada la madrugada.
Esta cama que me tolera en todos mis estados de humor
Placer
Dolor
Tristeza
Ansiedad
Alegría
Excitación
Felicidad
Enfado
Vértigo
Esta cama que ha presenciado mi parte más violenta, sádica y masoquista
Que tolera mi banalidad y mis azotes mentales aparentemente sustanciales, inteligentes y existenciales.
La cama donde escribo
Donde recibo los e-mails de mis amigos, parientes, extraños...
Donde coqueteo con más extraños...
Donde hablo con mis verdaderos amigos, en carne y hueso
La cama donde chismorreamos los compañeros de piso y compartimos nuestros datos íntimos, a cualquier hora del día
La cama de los petardos
De las ilusiones y las tontas esperanzas
De las lágrimas y el cálido sol en invierno o verano
La cama que me ha visto sentirme sexy o la criatura más horrible de Valencia
La cama pansexual de Buñuel, Rossellini, Argento y Araki (por decir los que más han pasado por aquí)
¡Ya! esta cama que vive de fluidos, toda clase de ellos y algo más
Emociones

¿A quién engaño? Extrañaré esta cama aunque me de dolor de cuello y espalda, he vivido más cosas con ella que con la otra, allá, en México.
Lo único que sé es que verdaderamente esta cama es un mundo, una casa, un hogar.





sábado, 11 de junio de 2011

Solo

No sé la naturaleza de esta entrada. Quizá sea que todo se empieza a desmoronar apaciblemente. Primero se va una de mis mejores amigas, regresa a su país, a República Checa, después mi amiga alemana sale de viaje para ver a su nueva conquista, mi amiga francesa, que siempre resulta que no es mi amiga del todo, sale con su nuevo chico y sus amigos franceses, no me ha invitado, sólo dijo “adiós”, sé no me invita porque salí con su amigo francés y las cosas no terminaron bien entre nosotros. El asunto no me aflige. Quizá también sea porque mi novio está fuera de la ciudad, y yo… esperando una llamada suya y después ni contesta el móvil. Mi amigo italiano me deja porque “se salió una cita inesperada” eso y, como quiere que me acueste con él pero sencillamente yo no me dejo, pues no soy prioridad para un café o una cerveza. El otro chico, el valenciano, le llamé para salir y tomar algo. Me dijo, con voz dubitativa, que no podía hoy… cuando a momentos él deseaba tanto que saliéramos juntos (aún por la noche). Me negué a una cena con otro chico (cena en su casa), por temor a serle infiel a mi novio. Y ayer se fue mi amigo de Eslovaquia, fui a su despedida, ya no me embriago con facilidad, la gente que conozco de España, la de ayer, resultó ser muy grata e inteligente, yo sólo hablaba de tantas cosas tontas y otras de supuesta sustancia.

Hoy ha sido, por poco o por nada, uno de mis peores días en Valencia y ni siquiera sé la razón. Vi “Ágora” de Amenábar, la considero buena película (a pesar de todo lo que diga la crítica), también me vi dos películas de Gregg Araki (“Kaboom” y “The doom generation”), me doy cuenta de que mi gusto cinematográfico se ha variado y abierto gracias a mi estancia aquí en España, Araki me agrada (a pesar de todo lo que diga la crítica), después vi pedazos de “Jawbreaker”, ya saben, esa película donde Rose MacGowan mata a su “amiga” con un caramelo. Esa peli me gustaba mucho cuando tenía 14 años, ahora me avergüenzo de esos gustos, y lo digo aún cuando me agradó “The doom generation”, igual con MacGowan.

Ha sido un día de cambios reflexivos muy fuertes, cañones, cañones (como diríamos en México), brutales, horribles, vivificantes, temerarios, un día como cualquiera. Y es que me desperté con tantas ganas de disfrutar mi primer fin de semana libre y resulta que no tenía nada que hacer… o ¿nadie con quién estar? A mí la gente me mueve, la compañía me llena, y hoy… hoy me sentí solo. Estoy acostumbrado a estarlo, siempre lo estoy en México, con o sin familia, mis amigos suelen estar lejos de mí, en otra ciudad o muy ocupados, siempre estoy solo y si puedo salgo con mi hermana, pero en Valencia esto no me había pasado, siempre estoy rodeado de gente y fue una retrospectiva interesante (y no por ello menos frustrante), extrañé México y luego odié mi situación ahí, pero no de la misma forma en que lo hago siempre, sino que pensé: “Oh México… allá tengo a la gente que me quiere…” después me dije “Si serás pendejo… ¿México?, sí, gente que me quiere pero es igual que hoy, como aquí, la gente no suele poder verme”. Me sentí solo como pocas veces.

Después recordé la serie “Angels in America” (esa serie de la HBO) y sentí un bonito escalofrío. La serie la vi cuando aún yo era muy cristiano y me pareció casi una blasfemia, muy poética, pero blasfemia al final. La tesis de la mini serie (o película larga para la tv, como gusten llamarle) es: Dios ha abandonado el cielo y la tierra, y ha dicho “arréglense como puedan”. ¡Dios nos ha abandonado! Es la premisa, como si la gente no lo pensara desde hace mucho tiempo atrás, pero la serie lo hace ver de una forma tan bella y dolorosa a la vez (y ciertamente tiene mucho que ver mi vena masoquista en ello). Recuerdo que vi “Angels in America” y sentí… esperanza. Sentí tranquilidad al darme cuenta que podemos ajustarnos a la existencia o no-existencia de un Dios, que todo depende del acomodo que le demos y la manera en que enfrentemos las cosas. Bueno, y si le agregan a que mi día de hoy lo pasé al lado de Hipatia (en la película “Ágora”) y la tesis de Amenábar de “Toda radicalidad en postura religiosa, política, social, etc. es mala”, así como el rechazo de casi todos mis conocidos aquí… bueno, ha sido un día para pensarle.
Me sentí como una película pausada de Rossellini, o peor aún (¿o mejor aún?), me sentí Juliette Binoche en “Copia certificada”, sentí que mi vida era una copia de una copia, una interpretación, una reinterpretación de todo lo que he visto y lo que me han (y he) medito en la cabeza, y dentro de esas cosas: El estar solo es algo malo.

Pero ahora me doy cuenta que estar solo no es malo. Lo malo es:
-Perder tantos amigos de un solo golpe.
-Tener novio y parece ser, a momentos, que no lo tengo.
-Rozar la infidelidad porque paso demasiado tiempo sin él.
-Que los hombres sólo me quieran para sexo, y si no es así, no les apetece ni un café.
-No encontrar paz en la literatura (como lo hacía antes).
-Que ver tanto cine se me haga deprimente (y no como antes, donde podía ser yo, sólo yo y ya)

He cambiado mucho en estos dos años, un cambio radical, soy otra persona muy distinta, lo veo en mis escritos, lo veo en mis gustos e impresiones. Mi cambio fue radical y por eso aún cargo con ciertos desfases de humor, como si una criatura hubiera crecido tan rápido y de manera tan prematura que quedaron grandes deficiencias en su cuerpo, disfuncionalidades.
Aún así, no entiendo, no lo entiendo ¡caray!, cómo estoy tan tranquilo e incluso feliz. Existe algo en mí, que si antes me hubiera pasado esto pensaría en la falta de un futuro. Pero hoy me digo que éste es el futuro que jamás pensé en vivir, jamás creí haber pasado todo esto cuando cumplí 19 años, y ahora, a los 22… bueno, espero tener un recuerdo por allá de los 30 y decir: Igual que antes, no pensé estar como ahora estoy… y es bueno, lo disfruto.

martes, 7 de junio de 2011

No puedo estudiar...
No puedo estudiar...
No puedo estudiar...
Vale...

No me da la gana estudiar...
No me da la gana estudiar...
No me da la gana estudia...

Conclusión: Este sistema educativo "universitario" español similar al de mi bachillerato mexicano me hace sentir como nene de secundaria.

sábado, 4 de junio de 2011

Plenitud

¿Dónde estabas?, ¿por qué tardaste tanto en llegar?

Feliz

martes, 31 de mayo de 2011

Me dieron ganas

De escuchar Patti Smith hasta que se me caigan los oídos!!! horses, horses, horses, HORSES, HORSES, HORSES, HORSES!!!!


domingo, 29 de mayo de 2011

El hombre de Valencia...

Una cena hermosa con un hombre hermoso, de piel, carne y hueso, hermoso lo físico, hermoso de pensamiento.

A menos de dos meses de regresar a casa y en algunas ocasiones sólo pienso en lo mucho que lo voy a extrañar.

martes, 24 de mayo de 2011

Aquí... allá

Vivir las elecciones en un país extranjero es muy extraño. Entender de política nunca se me ha dado, me cuesta trabajo tener una opinión propia, informada, contundente. Pero ahora veo dos visiones muy claras: derecha o izquierda. Parece ser que aquí en España sí sucede, aparentemente, la división dicotómica si existe y la gente realmente se encuentra indignada por el triunfo del PP (partido de derecha), claro, adjunto que la gente que conozco aquí es de izquierda, sobre todo que en Valencia ganó el partido conservador, parece ser que las mayorías dejaron de confiar en el PSOE (partido socialista), partido al que pertenece el actual gobernador Zapatero, están cansados del paro, de la injusticia...

Las comparaciones son odiosas, pero necesarias, ¿qué harían estos españoles en México? Yo nunca sé por quién votar, ningún partido me parece convincente, honesto, va pues... ni hay uno que sea "menos peor", pero aquí aún existe cierto grado de confianza y esperanza en su partido de izquierda, no existe un amplio índice de cinismo, apatía y derrota como yo lo siento en México, sin embargo México es una "república"... si claro, ENORME dictadura que nos cargamos.

¿Qué sucede con la monarquía aquí en España? Su visión es interesante, aunque no deja de ser escalofriante. El franquismo pesa mucho en ello, hoy, charlando con mi amiga de República Checa (mujer más informada que yo en muchos aspectos) me comentó que para muchos españoles (al menos los que conoce ella, que son de derecha, suerte o maldición, yo conozco más de izquierda) toman la monarquía como algo que les ayuda a ceder frente a los cambios, como el matrimonio gay. La derecha no se encuentra de acuerdo, pero la existencia de una monarquía les da seguridad en que al final las cosas no están cambiado tanto.

España se encuentra fragmentada desde Franco, para la derecha el recordar al franquismo, como intento de república (decantada en dictadura) es sólo una muestra del fracaso de la misma. La gente no quiere hablar de Franco, no les apetece, les da náusea, vergüenza, la bandera española no tiene el mismo peso que el toro de Osborne, algunos de ellos aceptan que aprecian más al toro que a la misma bandera, no les unifica un símbolo, los he visto cargar la bandera de su municipio antes que la de su nación.

No entiendo su aprecio por su monarquía parlamentaria, pero ¿saben? Los envidio. Los envidio porque ellos pueden tener fe en su democracia, yo no puedo permitirme tener fe en México, allá es necesario actuar, pero honestamente ya no sé ni cuál puede ser la mejor forma de actuar.

Monarquía constitucional parlamentaria, es lo que tienen aquí.

lunes, 23 de mayo de 2011

Estaba triste...

Me puse triste porque se acabaron las clases
Las clases de cine en las que aprendí mucho
Las clases de cine con Pilar Pedraza, mi nuevo amor platónico
Las clases de escultura, que me guste o no aceptarlo, al menos tenían un poco de sustancia
Triste también porque se acaban y no aprendí nada nuevo o relevante en clase de escultura
Triste porque si me quedo sin nada que hacer, pues me deprimo

PERO...

Fijé la vista en mis libros que aún tengo por leer
Miré mi tarjeta de la videoteca, donde puedo sacar cuantas películas quiera sin el menor precio
Vi la playa con amigas
Tuve picnic con otras, frente al lago
Pasee con una amiga por la zona inmigrante de Valencia

Aún quedan muchas cosas que hacer, y no todo lo que se aprende está en los libros... es más, pocas cosas se aprenden en los libros.

Dejé de estar triste.

jueves, 19 de mayo de 2011

No me canso


No me canso... de quitarme el sombrero
En esta puta vida, lo que yo quiero es llenar de tus rincones
No me canso de mirarte a la cara
No me canso de vivir en escenarios
No hay más adversarios que tú y yo de espaldas
El amor son tres flores que se riegan a diario.

Enamorado

martes, 17 de mayo de 2011

Feliz cumpleaños a la campaña de cristal… feliz cumpleaños muy atrasadooo


Pues habría, debería, tendría… que estar escribiendo un par de ensayos para mi clase de escultura, sin embargo la tarea me parece absurda, voy en el cuarto tema de seis, y ni siquiera sé si voy bien… y en este momento no me importa JO!

Hace tiempo que fue el cumpleaños de mi blog “La campana de cristal”, no sé… ¿dos años y medio? Poco importa. Seré breve. Pobre blog de “Belle de Jour… Belle de Nuit”, nadie le cuenta los años, pero debería saber que éste blog perdurará, mientras el otro apenas le quedan unos meses de vida, seguro caducará. Me ha terminado por aburrir, ya no lo necesito más, aunque ahora escribo más en este porque tengo picos emocionales muy recurrentes, la verdad es que el último mes y medio he estado muy bien. ¿La razón? He viajado mucho, leído un poco, conocido gente espectacular, hermosos lugares, pasado momentos irrepetibles, tengo un novio que me quiere. Ahora me siento bien, un poco frustrado por la escuela, pero fuera de ello no tendría que quejarme. Pocas veces tengo una gran plenitud, y ahora la adquiero, deseo gozarme en ella. Es verdad, le debo mucho a mi novio, también a mi compañera y amiga de piso, le debo mucho a Europa por abrirme los ojos con sus virtudes y decadencias; tengo una visión distinta de este continente, una quizá de menor aprecio y por lo mismo amo a México aunque dicho afecto sea irracional.

“La campana de cristal” es un mundo dentro de este mundo alterno llamado ciberespacio. Lo necesitaba hace poco más de dos años, requería desfogarme, crear una fantasía, una crítica… necesitaba sencillamente escribir, pero ya no. Poco a poco se ha ido apagado y quizá llegue el momento en el que termine por abandonar a Leonard, mi protagonista de “La campana…”. Es un poco triste, quiero mucho a mi protagonista, sobre todo porque él se ha atrevido a cruzar barreras que yo apenas me permito imaginar. Él es, sin duda, más valiente que yo, pero también más infeliz. Ahora le he dejado disfrutar de las mismas mieles que yo, le he dado al fin un novio… y creo que eso nos bastará por el momento.

domingo, 15 de mayo de 2011

El domingo...


Escribir toda la mañana. Comer, volver a escribir, volver a comer, terminar de escribir.
Limpiar la habitación.
Quitar los papeles.
Tirar invitaciones a exposiciones.
Tirar el periódico marxista.
Tirar los flyers para pubs, discotecas, afters, tirar la propaganda gay.
Acomodar los libros, reparar en los retratos de actrices famosas, preparar un portaretratos para la foto de él.
Escribirle dos cartas. Esperar su llamada al son de "Hello Seahorse!"
Ir a la playa. Correr sobre la arena.
Verificar las postales. Doblar la ropa, pedir pizza y ver una película de temática gay con tu magnífica compañera de piso.
Llamar a la familia.
Tomar una ducha, estudiar para un examen bastante estúpido.
Pensar en tu improductividad y no sentirte frustrado.
Esperar los resultados de unos análisis de sangre.
Recibir su llamada...

Seamos honestos, ¿por qué me quejo? Los días transcurren, pero es que los trabajos y los exámenes me mantienen un poco tenso, aún así me las ingenio para ser feliz y mantenerme relajado.



viernes, 13 de mayo de 2011

Cada escalón...


Cada escalón es una ruptura...
Una ruptura personal.

Últimamente me siento como el personaje de "Belle de Jour", Sévérine, intenta romper con todos sus valores morales, políticos, culturales, eclesiásticos con el simple propósito de lograr una autonomía, lo perdurable de la identidad individual.

Pero no puedo. Me siento culpable, me siento orgulloso y superficial. Estoy en una encrucijada. Culpable dentro del sistema, culpable si intento salirme del sistema. Mal si lo intento, mal si no lo intento. Pero no más, quiero ser yo mismo, y si en su entereza me llaman un autista social, pues que así sea.

Otro oleaje de emociones me atacó ayer, pero he regresado con una felicidad inmensa, y más que felicidad, decisión.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Peligro de amores

Cuanto menos lo veo, más lo deseo.
Cuando lo tengo en mi cama, para charlar... y algo más, soy la persona más feliz en Valencia.
Cuando me llama me derrito, si no me llama me desanimo, si me quedo sin señal en el teléfono móvil, me desespero.
Me dice te quiero y me ha desarmado.
No quiero amarlo, sólo tenerlo, quererlo, pero entre más lo tengo, entre más lo quiero, estoy más cerca de amarlo.

El que sea un hombre ocupado me deja con la impresión de que tiene su vida y yo soy parte de ella, pero un trozo, un pedazo nada más, un capítulo aparte, una perla más dentro del collar.
Él no se da cuenta que gracias a él logro tener estabilidad en mi estancia aquí en Valencia. No se da cuenta que poco a poco me acerco peligrosamente al umbral del amor, y que un amor como el nuestro no tiene futuro, porque después se interpondrá la distancia, pero ¿saben? No me importa, quiero tenerlo, quiero gozarlo y después... sí, quiero amarlo, aunque dure unos meses, aunque no tengamos futuro, quiero amarlo, sería bonito volver a amar.

Mañana me voy a Málaga y Granada, y al igual que cuando me fui a Sevilla, Toledo, Ávila y Madrid, estaré pensando en él de la forma más bella.

sábado, 30 de abril de 2011

España

España, Valencia, si les han concedido el matrimonio gay, si les han dado la brecha de liberación gay, si tienen tan buenos filósofos en su nación, ¿por qué DIOS, POR QUE?!!!! (sí, me sale lo cristiano aquí jajajajaja) ¿porqué me topo con pura gente en el armario, temerosa, que cree que la visibilidad gay es decir con quién follas? No lo entienden, no entienden nada y les gusta su posición egocéntrica.

"No me importa", me dicen "Vivo el día a día, no es que luche para dejarles un mejor mundo a mis hijos... espera, no tendré hijos". ¿Para qué? me digo, ¿peleamos por estos pusilánimes? No puedo creer toda la gente que ha muerto en esta lucha, los que murieron al ser asesinados por la homofobia de sus vecinos, los que siguen muriendo en otros países por la intolerancia, los que viven en el silencio por el miedo, los que no fueron atendidos al tener VIH, toda esa generación que falleció sin remedio, los chicos que se suicidan por la falta de aceptación, los que recibimos ofensas en la calle, los que charlamos, debatimos, creamos, pensamos, ocasionalmente hasta rogamos y aquí, España, algunos españoles, se pavonean en su "día a día" viviendo de la forma más frívola, de esa forma que muchos militantes pelearon para que estos pusilánimes tengan la tranquilidad que hoy tienen.

Me enfada, y bastante, ver que Valencia es un gran armario de caoba. Los gays se reúnen en lugares selectos con gente selecta de ropas selectas, se hacen los ghettos, no ves chicos besarse en la calle, y sólo he tenido la fortuna de presenciar a dos parejas (una de ellas en la feria del libro, donde la gente es "culta y abierta" por no decir que es "políticamente correcta"). Me encuentro decepcionado por la gente de aquí, no todo es miseria, ya voy por mi segundo intento de relación aquí. Primero con un francés, ahora con un español, un hombre maravilloso pero también muy ocupado, que sin embargo no piensa igual que yo con respecto al movimiento gay.

Podría ser que américa es más abierta en ciertos aspectos, quizá sólo es una propaganda bastante estúpida y pienso que la gente allá es más abierta sólo porque yo me muevo en mis propios grupos de gente selecta de pensamiento selecto, el mundo del arte en México puede ser tan hermoso en ese aspecto, quizá aquí sólo busco en los lugares inadecuados, posiblemente aquí en Valencia me he hipersexualisado. Ayer en la fiesta de despedida de mi compañera de piso inglesa, esa mujer genial y loca hasta la médula, salió el tema de la religión: Mi amiga inglesa dijo que no era nada, mi amiga de República Checa dijo ser atea, su novio de Eslovaquia cree en una especie de Dios pero no dentro de unos lineamientos establecidos, mi amiga alemana cree que existe una energía que nos mueve; al final fue mi turno, y todos me vieron: Él cree en lo gay. Todos asintieron con una sonrisa. No me sentí mal, al contrario, fue algo maravilloso.

Ser gay es una postura social, política, cultura, cuasi religiosa. Las posiciones cuestan trabajo, el activismo también. No soy un gran activista, no tengo ni el derecho a ser llamado así, pero me agrada siempre hablar de lo poco que sé de la liberación homosexual y de nuestra tarea de visibilidad, "Que tengas suerte en homosexualisar al mundo", me dijo la otra vez un hombre que conocí, uno de 32 bastante a gusto en el armario, su tono era bastante irónico y de burla. "Y tú con tu vida dentro del armario de caoba lleno de negación social", le contesté. A él no le importó, él vive bien y se da la oportunidad de decirme que está aburrido.

Yo no puedo estar aburrido, eso lo dejé para el muchacho de quince y dieciséis años, ese chico ya murió (me gusta recapacitarlo en comparación con mi entrada anterior). No se puede estar aburrido con tantas cosas por hacer, no se puede caer en un infame sopor social de vivir el día a día, no se puede estar sólo "feliz" y "no molestar a nadie", la existencia de la homosexualidad cuestiona la existencia en sí misma, y todos esos gays metidos en el armario, no puedo más que decirles: ¡cobardes! No lo merecen, no merecen los privilegios que otros han conseguido para ustedes, para nosotros, para todos.

La vida es complicada, perdón, pero así es, y quien me venga con su filosofía de libro de autoayuda y superación personal (o negación personal) no sé en qué clase de mundo vive, pero igual se charla con ellos, porque los que peleamos por algo resulta ser que somos más maleables, cedemos y optamos por la diplomacia. Lo paradójico de las posturas.

martes, 26 de abril de 2011

¿Mi peli favorita?




No la veo desde hace dos años.




No la veo desde que pensé seriamente en suicidarme.




No la veo porque es triste pero me gusta tanto, es un canto a la vida y a la vez un himno a la muerte.




No la veo porque me recuerda mis logros y mis fracasos, de cuando tenía 16 años y quería devorarme el mundo pero cada vez me doy cuenta que me es imposible, sin embargo no me importa.




No la veo porque me recuerda la época donde podía escribir más de una crítica de cine a la semana y cuando me salía “el monólogo interno” sin pensarlo tanto. Me recuerda que fracasé como escritor en mi intento de primera novela.




No la veo porque me hace sentir demasiado, más de lo normal, y si en mí lo normal es que todo me duela, cuando veo la película todo me duele más, me gozo más, me sabe bien, me sabe mal.




Quiero verla porque me recuerda a las mañanas frescas, con rocío en las calles, de cuando tenía tantas ilusiones de ser escritor de novelas y teórico de cine.




Quiero volver a verla para darme cuenta que es la primera película homofila y cero misógina que me ha gustado, porque no me disgustaba que dos mujeres se amaran, se besaran y compartieran la cama, porque no sentía culpa, porque vi esta película antes de aferrarme tanto a mi religión.




Quiero volver a verla para recordarme por qué estoy estudiando arte, por qué me gusta tanto el cine, por qué decidí amar a Meryl Streep y seguir todas las películas de Julianne Moore.




Quiero volver a verla para ver si así regresa aquel Lucio que escribía realmente desde el corazón, el alama y la desesperación, y no este que habla más de la experiencia banal y frívola del momento.




Quiero verla para recordar mi primer encuentro con la mujer de mi vida… Virginia Woolf jajajajaja.




Quiero verla para inspirarme con la música de Philip Glass y regresar, regresar a esos momentos donde me la pasaba escribiendo, tirado en la cama, viajando en autobús, en automóvil, caminando por las calles, llorando ocasionalmente en algún rincón o sólo sintiéndome melancólico y quizá sacando una torpe sonrisa con la banda sonora de la película de fondo.




Voy a verla para darme cuenta de que he cambiado tanto.




Voy a verla para saber si aún me gusta tanto o sencillamente… me gusta más.




Voy a verla para recordarme que no me tiraré a un río, ni meteré la cabeza en el horno, ni me cortaré las venas, ni me meteré a una bañera, ni me iré a Nuestra Señora de París para darme un tiro en el pecho jajajajaja, y amar la vida, amarla más.




Voy a verla para reencontrarme un poco más cerca, un poco más frívolo y ver que aquel chico de 16 años era más íntegro y seguro que el joven de 22, pero también era uno mucho más prejuicioso, depresivo y siempre estaba aburrido.




Voy a verla para reavivar mi amor por Virginia Woolf, que ahora mi relación con ella parece más la de un matrimonio algo rutinario, pero cada vez que leo un libro de ella, me vuelve a conquistar.



Voy a verla para volver a sentir esa punzada de identificación homosexual, de “Yo soy… yo soy gay…” desde entonces debí saberlo, quizá desde que uno nace.




Voy a ver “Las Horas” de Stephen Daldry sencillamente porque me cambió la vida, ni modo, así fue, y la gente ni se imagina el impacto que tuvo en mí.








Este blog se hace cada vez más público y menos imposible. Ahora estoy más tranquilo.

lunes, 25 de abril de 2011

Mi peor pesadilla

Cansado de las palabras inútiles me refugio por el momento aquí en mi blog… aquí donde si bien siempre luzco estúpido y frívolo no me importa… ¿entonces por qué me interesa tanto la visión de mi trabajo? Me refiero a que yo escribo igual, aquí y allá, con el mismo desenfado, quizá con mayor soltura pero me refiero a que escribo lo que pienso, y ahora… ahora ¿qué pienso del cine que es misógino?, será después de todo que lo que más me frustra es que me doy cuenta que me gusta tanto “Las mujeres” de George Cukor, y que la película es un filme adoctrinante de “no seas una mujer orgullosa, pero no te fíes de tus amigas”… pero no, queridos, no, no hablaré de ese estudio que me viene torturando desde hace semanas y me digo, ¿qué diré, qué diré, qué diré? Y después… chaz!!! Esos seis mini ensayos para Escultura contemporánea y el otro que voy bordando para Cine de Vanguardias sobre “Belle de Jour”, ¿y yo?, sólo espero a que mi hombre me llame y entonces cuando lo hace me sale una sonrisa que no me puedo sacar durante horas.

Después me vuelvo a formular la obligación de los feministas de nuestro siglo, el siglo XXI (y lo
crean o no corrí al google para decirme, ¿estamos en el XXI?, ¿qué siglo es este?, estoy más nervioso que nunca), me estoy replanteando y diciendo: ¿No acaso los feministas del siglo XXI deberíamos reprobar películas como “The women” aunque sean brillantes, de buen ritmo, con buenas actuaciones y graciosas?, ¿no acaso los feministas del siglo XXI deberíamos prescindir de las llamadas de nuestros amantes (masculinos)?, ¿Por qué le soy fiel a un hombre con quien no he concretado una relación seria (pero que ya dijimos que vamos a sernos fieles)? Que de fiel no tengo ni un pelo, ya se me ofrece un español para tener sexo y yo de: No… no… no… pero ¿a qué hora tienes libre?... y después me voy a una discoteca gay y ya beso en la mejilla a un italiano y un argentino me ofrece tener un trío, pero va que me resisto para no serle infiel al hombre con el que me veo muy ocasionalmente pero que sin embargo me llama a diario, y DIOS! Si no me llama hago un escándalo y le digo “Pensé que me habías olvidado EH!”

¿Les ha pasado?, ¿se han despertado una mañana y han descubierto que son su peor pesadilla?... Esta semana santa tuvo poco de santa, más alcohol en mi vida no había ingerido (y de comida ni se diga), pero más allá de eso, después de los tres días de fiesta y el cuarto de vómito, desperté al quinto día con una idea clara en mi cabeza “Soy un fraude, soy un fracaso”, quizá soy muy crítico conmigo mismo pero me he convertido en todo lo que siempre critico:

-Fiestero cuasi alcohólico que si no bebe no se la pasa muy bien, y si se le pasa la mano con la bebida pues vomito un poco de más… y si sale a relucir un drama yo lloro como magdalena (bueno, van dos veces que suelto el llanto, pero ha sido cada escenita)

-Esperando a que el hombre al que quiero me llame y después de una larga espera de casi 24 horas, él dice “Bueno mi amor, nos vemos…” y yo me derrito en un suspiro. En pocas palabras: parece que he perdido mi autonomía.

-Escribo dos cuartillas y me bloqueo… después reviso las dos mismas cuartillas del trabajo y digo “mierda”, y después vuelvo a releerla y me doy cuenta que sólo una cuartilla vale la pena y que eso no me ayuda demasiado… porque… WOW tengo como 9 ensayos y sólo he terminado uno… del cual no estoy tan orgulloso, y me pregunto ¿dónde he estado?, ah! Sí, en un bar, en un café, ebrio por ahí o en casas ajenas y teniendo sexo… bla, bla…

-Soy el cliché de la jotona, ya en serio, ahora sí soy un gay de lo más banal (SIII MÁSS DE LO NORMAL!). Me visto bonito para ir a una discoteca y medio me chuleen un par de tipos que ni al caso, que para variar son lo peorcito del lugar (y eso que tengo pareja “estable” con la que he establecido serle fiel, ¿se dan cuenta de la similitud de estable y establecido?... y que arriba dije que no sé si es algo serio pero acabo de poner “estable”). Me doy asco la verdad, balancearme por esos lugares algo ebrio y que el buen mozo de la entrada sea déspota y todavía me pregunto en mi cabeza: ¿Por éstos luchamos cada día?, ¿por estos tipos tan perfumaditos y bonitos?, los teóricos, artistas, literatos, gente apasionada con algún tipo de visibilidad gay, que se devana los sesos… ¿luchamos para que la gente bonita de los antros/discotecas gays nos traten mal sólo porque somos feos? Y ADEMÁS ¿ellos qué hacen? Ah sí, verse bien en el ropero general de la entrada y preguntarte “¿Nombre… estás en la lista?, no, no estás en la lista… ah sí… estás en la oootra lista” -IGUAL ENTRO GRATIS Y ESTOY EN LA LISTA, NOOO?? IDIOTA!!!- Da ganas de gritarles en la cara. La verdad, cuando Paco Vidarte escribió “No te metas en sistemas que no te aceptan” no sólo se refería a la psicología made in Freud, o la iglesia, o los doctores homófobos, NO!, se refería también a que ciertos gays como yo, así, no guapos, sin mucho dinero para comprar ropita linda, sin músculos, no europeos de peinados extravagantes y que somos latinos sin ese caché de ser latinos “ardientes”, aunque sí queridos, YO tengo bronceado natural (cosa que aquí los europeos pagan tanto para que les hagan bronceados color anaranjado, si serán brutos pues)bueno, va que a esta ¿minoría? No encajamos en esas discotecas, ¿a quién engaño?, no es mi mundo… en México voy porque puedo bailar y me gusta hacerlo, pero aquí en España ni bailan.

-Después me siento a ver la segunda película de “Sex and the city” por segunda vez… y analizo: ya qué idiotez, ¿eran igual de idiotas al inicio de la serie?, después recapacito y digo: no, no… después vuelvo a recapacitar y me repito: bueno, te engañas, te gusta esta serie pero la verdad es que pasó su tiempo, ya ni es inteligente y mucho menos contestataria…

-Y al final entro en shock porque me gusta “The women” de Cukor y me doy cuenta que se encuentra sustentada en varias bases misóginas… no lo entiendo, no me entiendo, no me quiero entender, entre más me entiendo me asusto, y entre más veo mis influencias me asusto más.

Soy mi peor pesadilla. Sin reparo… por hoy. Me ducharé e iré a dormir. Fin del día.

lunes, 18 de abril de 2011

Después de Madrid

No tengo tantas ganas de escribir. Es uno de esos momentos donde se te mete una persona en la cabeza y sólo piensas en eso, de aquí, como las raíces del árbol, pienso en otras cosas y una cosa lleva a otra.


Estoy muy conforme con mi estancia en Valencia, feliz por mi nuevo amor que no sólo es guapo sino también muy inteligente, tanto que a momentos me siento como un estúpido a su lado, pero un estúpido muy feliz. Me encanta ser un poco más joven que él y ser fresco, chispeante, inexperto en algunas cosas, que me cante canciones por las noches y me diga cosas bellas, honestamente se me había olvidado como es que alguien te quisiera así, y él lo nota, que me cuesta trabajo fiarme de las personas, me dice "Debes quererte y dejar que te quieran", después se pierde en el frágil jugueteo con mi cabello.



Me agrada tanto mi compañera Amelia, la alemana en mi piso, me hace sentir que existe alguien aquí como de mi familia. Nos decimos muchas cosas y nadie juzga nada, ella es una bocanada de aire fresco.


Amé la visita furtiva de Anna, una chica inglesa que sabe tanto de Sylvia Plath como yo (o más), me ayudó en un mal momento, se sintió tan bien poder llorar con ella, llorar y que saliera todo. Adoro poder llorar en Valencia, por alguna razón me es más fácil hacerlo aquí que en México.


Amo a mis padres que me siguen apoyando, ayer que estaba en El Museo del Prado, casi lloro cuando estaba ahí frente a los Goya, porque yo estudiaba con mucha pasión a Goya hace cuatro años, porque hace dos hice una de mis típicas exposiciones donde hablé como dos horas sobre él, y claro, no sólo por los Goya sino el Prado en general, yo me decía que seguro jamás lo tocaría y estando ahí tuve que pellizcarme (aunque suene estúpido, pero por un momento pensé que no era real, que yo no estaba ahí en Madrid, en el Reina Sofía, en el Thyssen, que vería un Corot en vivo). Al estar ahí me di cuenta que no podría haberlo logrado sin mis padres, hace seis años mi papá me dijo "Tú deberías ser escritor, deberías ser crítico de cine", o cuando mi mamá me compró mi primer libro de Goya y Velázquez (y caray!, ver el Guernica y recordar cuando María Ezcurra me regañó por no saber quién era Picasso).



Es toda una vida, esto de la carrera y la licenciatura es un fino recorrido que se entrelaza fieramente con mis emociones. No lo voy a negar, he estado más inestable, tanto que ya casi todos aquí se han dado cuenta de que soy bipolar, un día Lucio es feliz, al otro se encuentra en pose de nostálgico... pero ¿saben? estos cuatro años han sido arduos, doloroso, febriles, llenos de gozo, de pavor, horror, inmensa felicidad, es verdad que pocas veces estoy estable, que en raras ocasiones puedo decir "Estoy bien sin mayor problema", porque la verdad mis cambios emocionales se han radicalizado aquí en Valencia (ya eran frecuentes en México, pero aquí han aumentado), y mi visión de México ha cambiado, me deprimo más cuando sé de las cosas que pasan allá, pero aún así tengo ganas de regresar, no ahora, pero lo defiendo, defiendo a mi país y jamás pensé que eso pasaría.