domingo, 15 de mayo de 2011

El domingo...


Escribir toda la mañana. Comer, volver a escribir, volver a comer, terminar de escribir.
Limpiar la habitación.
Quitar los papeles.
Tirar invitaciones a exposiciones.
Tirar el periódico marxista.
Tirar los flyers para pubs, discotecas, afters, tirar la propaganda gay.
Acomodar los libros, reparar en los retratos de actrices famosas, preparar un portaretratos para la foto de él.
Escribirle dos cartas. Esperar su llamada al son de "Hello Seahorse!"
Ir a la playa. Correr sobre la arena.
Verificar las postales. Doblar la ropa, pedir pizza y ver una película de temática gay con tu magnífica compañera de piso.
Llamar a la familia.
Tomar una ducha, estudiar para un examen bastante estúpido.
Pensar en tu improductividad y no sentirte frustrado.
Esperar los resultados de unos análisis de sangre.
Recibir su llamada...

Seamos honestos, ¿por qué me quejo? Los días transcurren, pero es que los trabajos y los exámenes me mantienen un poco tenso, aún así me las ingenio para ser feliz y mantenerme relajado.



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