domingo, 13 de enero de 2013

Y Bowie canta


Mientras Bowie canta "Space Oddity" para calmar mis nervios, decido retomar el blog. Debo tranquilizarme porque otra vez eché un vistazo a los libros, las películas y la ropa, todo desordenado, cosas por ver y leer, y yo sin tiempo aún para respirar.

Diciembre fue surreal, casi como una película de Buñuel, me viene a la cabeza "Susana, carne y demonio", la tesis del filme es la ironía sobre los finales felices tan inverosímiles como rentables, ahí donde se quita un elemento (en este caso es Susana, la chica que viene a desequilibrar la feliz vida de una familia acomodada) y todo vuelve a la normalidad.

En mi caso no regresé a la normalidad. Lo normal no me encaja ahora, porque eso significaría volver a la melancolía, y ahora estoy feliz. Se escribe fácil, lo pienso, pero no sé si ha sido realmente sencillo o difícil, como si existiera un proceso para llegar a la felicidad. Supongo que no llegas a ella, esta sencillamente te atrapa y disfrutas del momento.

Mi mayor defecto es pensar en todo y actuar poco, ahora sólo me dedico a sentir más.

Terminó noviembre, y como si se tratara de la Susana que se va, diciembre se pintó por sí mismo como algo tranquilo, después excitante y feliz. Cosas como leer a Anaïs Nin o conseguir un nuevo libro de Jelinek pueden hacer la diferencia. Mucho me afectó el que una de mis mejores amigas se casara (de recordarlo me inmunda una felicidad inmensa, sigo sin comprenderlo, pero abuso de la emoción y el recuerdo), Bowie sacó nueva canción (eso fue apenas en enero, pero me derretí al saberlo), mi relación con mi padre ha mejorado (aquí sí, tampoco lo entiendo, los dos cambiamos de actitud y me agrada) y disfruté de estar al lado de mi familia en navidad.

Recibí bellísimos regalos, sobre todo de mi hermana que me dio un libro de Lipovetsky y agradecí enormemente a mi familia por darme ropa y "vestir a este pobre escritor" (en verdad que eso dije). No entiendo del todo mi felicidad y estabilidad (sobre todo emocional y respecto a los hombres en mi vida), sigo sin trabajo, mis proyectos no prosperan y todo por lo que "luché" el año pasado terminó mal, incluidos los intentos de relaciones con varios chicos. La cuestión es que la situación no cambió, cambié yo.

Dicen que renovar las cosas físicas y exteriores ayuda, puede ser que funcionó el mover los libros (y los muebles) en la habitación propia y sentarme a ver las temporadas de Daria sin mayor intención que sentirme como un adolescente inadaptado al que no le importa sentirse inadaptado, y eso que ya voy por los 24 años.

También me conseguí más música, por aquí ya ronda la mitad de la discografía de Bowie, los Velvet, Blondie, No doubt, pronto vendrá T-Rex, estoy seguro. Y un nuevo corte de cabello me puso en el mapa de los chicos otra vez.

Pero si de chicos he de hablar, sólo puedo mencionar a uno y ese es mi novio, Jonny. Lo conocí la última semana de diciembre y no quería tomármelo en serio; más que sentirme lastimado me creía desinteresado, y lo estaba, ¿por qué no confesarlo? por primera vez en mucho tiempo los chicos no me interesaban más que como un medio de diversión y sexo, no buscaba nada, pero como la felicidad, te pesca y te busca.


Me siento correspondido por mi pareja, en mucho tiempo que no me pasaba esto con un chico, me encanta su personalidad, sobre todo su sentido del humor, la energía que tiene y la decisión que carga, sin embargo estos son sólo esbozos de su totalidad, me gusta porque es él y nadie más. Me gusta que sea él. 




      

1 comentario:

  1. Me da mucho gusto verte feliz, te sienta bien. Pero me gusta mucho que sigas siendo Lucio de cierta forma. No sé... es raro, se que hemos conversado poco pero que nos conocemos de hace un rato... ya veras que todo se irá acomodando, así sucede, cuando uno menos lo busca o lo espera.

    Yo quiero leer a la Nin! ya te contaré la historia del personaje que escribí con ese nombre... involucra a nuestro querido Luis :P

    Te mando un abrazo fuerte y espero que nos veamos pronto.

    :D

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