sábado, 11 de diciembre de 2010

Y la vida es... ¿qué es?

Pieza "Tengo un cuello muy fino", homenaje a Ana Bolena
El semestre se fue y a la mierda con él. Ya va que voy diciendo siempre que éste fue el semestre que me dejó con mayor insatisfacción en la licenciatura, aunque eso no le quita la noción de ser un semestre realmente productivo. Tuvo sus cosas lindas… quizá lo que más me gustó fue el libro de artista que hice y el grabado para mi materia de “Historia de la gráfica”, me permitiré decir que dicha materia esta tirada al traste, pero ni modo, la tomé con falsas esperanzas, lo mejor que saqué fue la experiencia de hacer grabado al final del curso. Antes de este semestre no sabía ni encuadernar y mucho menos hacer grabado, que no soy un experto, pero ahora tengo al menos la noción de ello.

También saqué dos piezas: “Palimpsesto” (de las que ya les hablé más abajo) y “Tengo un cuello muy fino”, homenaje a Ana Bolena. Tuvo buena recepción con los compañeros de clase y escuela (en general) y aunque en lo personal tengo un aire hiperobsesivo con mis piezas, diré que me agradaron ambas. Aquí les dejo el link por si quieren ver imágenes de ambas piezas.

De ahí en fuera, pues me agradaron muchos textos que tomé en mi materia de “Géneros fotográficos”, enormemente aburrida a GRANDES lapsos la condenada asignatura, pero los textos una delicia. En esa clase estuvo mi última obsesión semestral (el chico que me gustaba) pero la verdad me agrada que acabara, tanto la materia como el gusto por aquel muchacho.

Y ¿pues… la vida es? La vida es, supongo, un semestre al que le pude haber sacado un poco de más jugo en cuanto a la satisfacción personal. Sí, a pesar de haber escrito todos esos textos (que me gustaron), a pesar de la producción de piezas (donde me gasté todo mi presupuesto), donde me jodí el trasero montando las instalaciones (¿quién le dice no a una jodida de trasero? ;-P) Al final la materia que más me agradó fue “Cuerpo y espacio”, mi profesor (enteramente bien intencionado) me ayudó con varias cosas, pero dos en específico: A gestar la obra “Palimpsesto” y a la confrontación de mi propia persona, esa dicotomía entre bondad y maldad. Aún así no fue mi materia predilecta, de algún modo ninguna lo fue, es más en un par de ellas presentí el docente estaba harto de vernos las caras… y para eso, pues mejor me voy a ver a gente que me detesta de manera personal.

Leí un aproximado de diez u once libros en lo que fue del semestre (fueran de ensayos, teoría, ficción, etc; más los textos anexos que me daban, prestaban y si admito, robaba, porque ni eran para mis clases pero si me enteraba de que habían dejado alguna lectura interesante en otras clases, pues entonces iba y le sacaba copias). Fui al teatro, al cine, al ballet, conocí gente interesante. Vi muchas películas de animación (más que nada para sublimar el hecho de no haber tomado la clase de “Animación tradicional”, ni modo, opté por tomar “Escultura y otros medios” y siendo honesto, ahora me lo pienso).

Días de té con los amigos, decadencia económica, noches de confesiones, mil discusiones familiares (nada serio, pero últimamente lo Karenina me sale sólo porque el aire sopla, cae una hoja y entonces yo arrojo un jarrón), música, textos, textos y más textos. Esto no parece ser la vida que llevaba el semestre pasado pero me adapté. Una decepción amorosa (lo que es un avance, pues el semestre pasado fueron como tres), un par de amigos nuevos (adorables los condenados), olvido imposibilitado. Pero ¿saben? Todo se resuelve cuando me percato de que todo, al fin, ha terminado. Hoy iré a un pequeño concierto navideño, una obra de teatro y una fiesta. Leeré a la Woolf en el autobús. Una tenue remuneración por todos estos daños emocionales dentro del semestre con “altas expectativas”…. no son buenas, no tengan altas expectativas (JO! Bonito consejo navideño).

Y bueno, sobre “La campana de cristal”, diré que se acerca a su final. El siguiente semestre será el último para Leonard (pero no confundir, no lo es para mí), espero y se pueda lo mandaré de viaje (eso sí, si yo me voy de viaje, claro está). Nada seguro para mí y por ende tampoco para el Leonard. El otro día le planee las vacaciones mientras iba yo en el autobús, fue interesante darme cuenta a donde mandaré a mi personaje.

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