viernes, 12 de febrero de 2010

Se decía ser un gordo maricotas


Ayer ya de madrugada, después de haber tenido un día estupendo, resulta que me entero sobre la muerte de uno de mis diseñadores de moda favoritos. McQueen era (o es… eso de hablar de alguien que falleció pero que su trabajo perdurará siempre me causa problema con los tiempos) un genio, su ropa provocativa, sensual, la verdad no podría definir su estilo ¿tenía un estilo? Pero ¡qué odiosa palabra para enmarcar al talento y la expresividad! Yo diría que tenía un sello, algo que lo caracterizaba, eso todos lo sabemos, McQueen se prestaba a la discusión, siempre provocando pero no de forma escueta, la incitación por mera ostentación no era lo suyo. Me sorprende lo de su suicidio, aún no se sabe bien si acaso se quitó la vida o de qué manera la perdió, con ello de quitar o perder la vida la cosa se complica, ¿la razón de su suicidio? Dicen que se deprimió. Me aterra un poco la cosa, las personalidades que más admiro siempre terminan suicidándose.

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