miércoles, 10 de febrero de 2010

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Mi escritura ya no es lo que era- pensaba Nicole dejando de lado su plumilla- me han arrebatado las ganas de escribir y el ímpetu ferviente de una vida inmersa en las palabras - la mujer que apenas rozaba la segunda década de su vida se paró y miró en el espejo, se observaba tácitamente cual madame de una virtuosa socialité, sin la obtusa necesidad de un sombrero elegante o unos delicados pendientes, era ella la prueba viviente del odiado bloqueo del escritor, sin embargo tenía estilo y finura.

-¿Cuán aberrante puede ser mi estilo?, sé bien que se puede fallar dentro del estilo, el modo de vida y las inconvenientes salidas sociales que alimentan el cotilleo mundano, se puede fallar en todo y sobre todo, pero para fallar… es necesario un tema y yo sencillamente no tengo tema alguno- se paseaba hurgando en su mente, buscando cualquier chispa de intelecto narrativamente aceptable, algún argumento audible al menos para un grupo de artistas aberrantes, escritores frustrados o mentores insidiosos, aquel grupo social al cual pertenecía, aquel núcleo carente de vida, ¿era acaso que ella no le encontraba sentido o sencillamente sentía que perdía el tiempo? –Quizá la vida es una pérdida de tiempo- se decía a si misma- quizá la escritura refleja la doble pérdida de tiempo, el querer reflejar la vida y después impregnarla con metáforas insensatas, el embellecimiento de lo vulgar y lo cotidiano, ¡y después!, el salto a la fantasía, la ficción y finalmente la desilusión, sí, la escritura es una forma exquisita de perder el tiempo.

Nicole se asomaba por la ventana en busca de algún tema, con su pensamiento arrebatador sentía que toda su vida y su carrera como escritora se desplomaban por la ventana. Al parecer no buscaba idea alguna o un sentimiento en especial, se sentía frustrada por el tema que debía abordar y relatar a su prescindible público, aquel grupo de personas para el cual debía escribir -¿Qué va de las burlas?, ¿Qué importa el orgullo del autor y el prejuicio del lector?, ¿qué importan si son analfabetos de la metáfora?- Nicole tuvo una pausa y recapacitó- importan, porque son ellos quines modifican mi estilo, porque soy débil y no puedo mantener uno propio, vivo de su analfabetismo y ellos se alimentan de mi especialidad. Talvez éste sea un buen tema para escribir.

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