martes, 21 de septiembre de 2010

La vida privada


Me duele la cabeza, últimamente me ha dolido con mucha frecuencia y por grandes lapsos, me recuerda un poco a mi etapa de Laboratorísta clínico, donde podía tener dolor de cabeza toda la semana pero eso no debía existir un impedimento para el estudio. Una cosa super estúpida, donde la mayoría de los alumnos que estudiaban lo mismo que yo, sacrificaban la salud por el estudio. En ocasiones me pregunto si acaso no es mi caso… de algún modo lo era, pues dormía poco (bueno, como ahora) y no tenía descanso, sobre todo el quinto semestre donde me levantaba temprano para llegar al hospital a las siete de la mañana, lugar donde hacía servicio social, salía por ahí de las once; iba a mi casa, comía rápidamente (si me daba tiempo) para llegar a mis clases de las doce o una de la tarde y salir por ahí de las siete de la noche; llegar a casa a las ocho y trabajar en las tareas, prácticas, etc, y pues dormirse algo tarde y volver al ruedo al día siguiente.

Quizá lo que más me traumaba de aquello eran dos cosas primordiales: Primero que todo era rutina, hacía lo mismo prácticamente todos los días, y segundo, que no podía leer lo que yo quisiera, ni tampoco trabajar en lo que deseara. La única novela que he escrito (y terminado) la inicié por aquella época, cuando tenía dieciséis y vine a terminarla hasta que inicié la universidad, cuestión de tiempo.

Ahora todo es distinto. Tengo tiempo de sobra para leer (porque en gran parte lo que leo es para la escuela), veo menos cine, de eso me he dado cuenta, las películas se amontonan en mi buró, pero eso sí, el poco cine que veo es de calidad, no como el que veía antes; también escribo mucho más, aunque eso es relativo, si antes le dedicaba más tiempo a la crítica de cine, ahora se lo doy a mis blogs, ensayitos, textitos, etc. Y pues claro, digamos que paso más tiempo con mis amigos, pues aunque mis amigos más íntimos son del bachillerato, todos ellos son unos ñoñísimos como yo y pues siempre que nos reuníamos era para sacar proyectos, trabajos, nos quedaba poco tiempo para la vida privada.

Lo que me lleva a mi punto primordial, que no es el dolor de cabeza… que como me sigue punzando, sino esto de la “vida privada”, “vida personal”. En alguna ocasión dije plenamente que yo me ocupaba más de mis estudios para evadir esto de los amoríos, las amistades peligrosas, las salidas sociales y sobre todo, para no tener que ocuparme de mí. Una evasión sobre la identidad, no tener que voltear la mirada hacia mí y analizarme hasta las encías, llevar la vida que creía era oportuna bajo los libros de texto. Posiblemente en lo clínico sea posible, la visión del científico es fría y hasta cierto punto no se involucra; la del artista es todo lo contrario, ahora tengo una vida… y ¿qué creen? En ocasiones no sé no qué hacer con ella. Existir es algo difícil.

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